—Realmente no podría haber anticipado que la intención de la deidad era poseerte —explicó Cassandra—. En circunstancias normales, no habría mucho que ganar y mucho que perder. Pero, de todas formas, debido a sus intenciones y tus muchas abrumadoras ventajas, tu encuentro con la deidad estuvo por debajo de mis expectativas. Fue bastante decepcionante de hecho.
—Ella expresó sus sentimientos libremente, como si no le importara que pudieran agravar aún más a Lex. Pero tampoco lo dejó en ascuas. Rápidamente continuó con la siguiente parte, que contenía sus razonamientos.
—Como acertadamente adivinaste, para mí, o incluso para Mateo, no es gran cosa lidiar con el intruso. Fuera del templo, no tenemos autoridad. Dentro, nada puede suceder que no permitamos.
—Hizo una pausa para mirar a Lex a los ojos y luego hacia los misiles. "Nada", repitió, como para enfatizar el punto.