Los reinos Menores dentro de la Posada presentaron a Lex un difícil predicamento. Se habían fusionado completamente con la Posada, como era evidente por el hecho de que viajaban del reino de Origen al nuevo reino de Medianoche.
También podía colocar sus entradas libremente como quisiera. Incluso dentro de los reinos, sentía que tarde o temprano obtendría control completo. Para los reinos vacíos, no veía problema en hacer lo que le placiera. Pero para los reinos Menores que tenían civilizaciones, como aquel que había intentado invadir la Posada tan osadamente, Lex sentía que estaba en una situación incómoda.
Incluso si quería ignorarlo, y tratarlo como si no fuera su responsabilidad, el conocimiento de que el mundo entero de innumerables seres vivos estaba bajo su control le hacía sentir... extrañamente incómodo y agobiado.