Lex sintió cierta confusión, ya que no entendía el propósito de la corona, aunque sí heredó algo de conocimiento sobre ella cuando apareció. Más específicamente, aprendió cómo controlarla para poder hacerla aparecer o desaparecer. La corona también tenía algún tipo de habilidad que él podía usar a voluntad, aunque no sabía qué hacía. La intentó usar inmediatamente, pero no notó ningún cambio.
Dejando de lado sus pensamientos sobre la corona, Lex observó el espacio dentro del dominio. No parecía para nada que estuviera bajo tierra. En cambio, parecía como si estuviera flotando en el cielo entre las nubes, y abajo, muy lejos, estaba el suelo.
Sus ojos siguieron los contornos naturales de la tierra debajo y la encontraron más familiar que la del reino de Medianoche. Aunque las plantas todavía pertenecían al reino, este lugar se asemejaba más a la tierra que no.