—Al principio, Lex no se teletransportó muy lejos, solo duplicó la distancia. Pero no hubo esfuerzo alguno en su control sobre ningún cuerpo. Luego fue un poco más valiente e intentó teletransportarse aún más lejos. Sin embargo, no importaba cómo se teletransportara, no hacía ninguna diferencia.
—Parecía que cada cuerpo contenía su alma y, como tal, podía ser controlado por ese pedazo de alma, sin importar lo lejos que un cuerpo estuviera del otro.
—Lex probó su fuerza para ver si obtener otro cuerpo había debilitado de alguna forma a él o a su alma, pero eso no parecía ser el caso.