Intenciones

Lex estaba, por una vez, genuinamente sorprendido por algo que sucedió dentro de la Posada. No había sentido para nada la llegada de Velma. Estaba aún más sorprendido cuando se dio cuenta de que... había sentido una ondulación espacial.

—¿Acabas de usar teletransporte? ¿Desde cuándo puedes teletransportarte? —preguntó, incapaz de contenerse.

—Pues sí, lo hice. Muchos de los trabajadores de la Posada tienen una leve afinidad espacial, así que Z ha estado dando lecciones de vez en cuando. Escuché algunas aquí y allá, aunque no me interesaban demasiado. Hasta hace unos segundos. Mi instinto me decía que algo importante estaba sucediendo, y reaccioné. Lo siguiente que supe es que me encontré con Gerard aquí, reviviendo su espíritu joven.

El trabajador de aspecto maduro no se sonrojó, pero se rascó la cabeza avergonzado.