A diferencia de muchos de los muchos caprichos que llevaba a cabo en sus primeros días de cultivación, Lex era muy consciente de los peligros que enfrentaría al cultivar con Fuego de Dragón. También tomó en cuenta el hecho de que el dragón que estaría soplando ese fuego estaba dos reinos mayores que él, ¡y esos eran dos niveles inmortales!
Pero aún así se sentía confiado, y la razón de eso era la meticulosa preparación que había hecho para esto. Durante los últimos quince años, Lex se había enfocado únicamente en llenar los enormes vacíos de conocimiento que tenía cuando se trataba de la cultivación, así como en identificar la dirección para su futura evolución.