Caballo y carruaje

—¿Qué pasa? —preguntó Lex a la tortuga.

—Parece que hay una pelea en la distancia —dijo la tortuga—. Este pequeño huevo resultó herido durante la pelea, por eso tiene tanta prisa en alimentarse.

—¿Puedes calmar al huevo y evitar que se coma este planeta? —preguntó Lex, escondiendo perfectamente su ansiedad. Era como si el resultado no le hiciera ninguna diferencia en absoluto.

—Es solo un huevo. Todavía no ha nacido. Todo lo que hace es por instinto. Solo necesito calmarlo y reaccionará en consecuencia. Honestamente, ¿quién trata a un bebé así? —La tortuga continuó murmurando mientras lanzaba enredaderas brillantes y evaporadoras hacia el cielo en dirección al Devorador de Mundos. La burbuja espacial alrededor del planeta que atrapaba toda la atmósfera y temperatura del planeta no era ningún obstáculo para el brillo de la tortuga, y se acercó al enorme huevo a velocidades notables.

—¿Puedes poner al huevo en hibernación? —preguntó Lex.