—Así que… ¿estás diciendo que te quedaste en el mundo de la Prueba durante 1000 años...? —preguntó Rislith con una expresión extraña en su rostro.
—Eso es correcto —Aisha asintió con una sonrisa confiada en su rostro.
—Eso no tiene sentido, solo tienes 78 años y nadie puede vivir dentro de la ilusión más tiempo del que ha vivido en su vida real, la inmensa cantidad de recuerdos simplemente los sobrecargaría y la prueba terminaría automáticamente —intervino Eisheth con una mirada dudosa en su rostro—. Lo que su hija decía no tenía ningún sentido en absoluto.
—Bien, tengo que estar de acuerdo aquí, mi sentido de la realidad está un poco alterado en este momento, después de todo, soy una mujer de 1000 años viviendo en un cuerpo de 80 años —respondió Aisha con una pequeña sonrisa en su rostro.