—¡Aaaangggghhhhhh!
—¡Uggghhhh! ¡Estoy acabando!
Los dos demonios del sexo no pudieron controlarse, Aisha liberó sus jugos de amor nuevamente, bañando al hermanito de Nux con su amor, la polla de Nux no fue egoísta tampoco, disparó su semen dentro del cuerpo de Aisha, pintando todas sus paredes con su leche.
—Haaah… Haahh… Haahh…
—Haaah… Haahh… Haahh…
Los dos cayeron en la cama. Su respiración parecía estar enlazada, sus ojos se encontraron, la energía rosa en la habitación más densa que nunca, era tan densa que la energía morada que se liberaba del físico de Nux apenas era visible.
Ambos tenían las caras sonrojadas, luego, de repente, una expresión de preocupación apareció en la cara de Aisha.
—¿Qué es esto? —preguntó mientras miraba el círculo mágico blanco formado bajo ella. Nux, que finalmente salió de su ensueño, se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.