La elección de Vyriana.

—La batalla ha terminado —anunció Vyriana mientras continuaba observando a Nux. Sin embargo, su mente estaba llena de pensamientos diferentes.

«Su cuerpo no debería ser capaz de utilizar ese poder».

La expresión de Vulpiana era seria.

En este momento, no le importaba Vedier, quien yacía justo a su lado, su padre, que estaba arrodillado en el suelo en un estado de impotencia, o alguien en general, su enfoque estaba actualmente en este hombre que estaba de pie frente a ella.

Este hombre era misterioso. Un Gran Sabio de 20 años, un Humano que podía misteriosamente convertirse en un Íncubo y un Vampiro, un hombre con habilidades tan extrañas que incluso los Cultivadores de la Etapa Divina no podían evitar sorprenderse. Desde que lo había conocido, Vyriana había sido sorprendida por una cosa tras otra.

Sin embargo, ninguna de esas cosas le provocó la misma reacción que ahora,