Nux se sentó en posición de loto, rodeado por sus 12 esposas quienes lo vigilaban con miradas cuidadosas en sus rostros, y Seis Artefactos de 11 Estrellas que ocultaban su presencia y la de sus esposas. Aunque no se encontraban bestias en esta área carente de vida, Melia seguía precavida y decidió usar estos Artefactos que había traído de la Casa Corazón de Sangre para Nux.
Sí, Nux finalmente podía cultivar ahora, al final, las mujeres decidieron dejar la cuestión de turnos a su suerte, con un juego que se basaba puramente en la suerte y Nux como el juez, se decidieron los turnos.
Con eso, todo estaba hecho y Nux finalmente podía comenzar su avance.