—¿Tienes ganas de morir o qué? —preguntó Nux con una expresión genuinamente confusa en su rostro.
—¿Qué has dicho? —Darain estrechó los ojos.
—Así que también un problema de audición... Mierda, el destino te ha tratado mal, ¿eh?
—No sobrepases tus límites —el rostro de Darain se volvió frío—. No dejaré que un mero Semi Santo me irrespete de este modo.
—Si tienes el valor de aceptar mi desafío, hazlo. O puedes irte, no quiero que permanezcas en mi presencia más tiempo.
—Este desafío no va a suceder. Eso derrota el propósito de mi venida aquí —respondió Nux.
—¿Qué propósito? —Darain frunció el ceño.
—Lo quiero en la Etapa de Batalla, ahora cuántos accesorios extras ustedes decidan añadirle, no me importa —Nux señaló a Kealin.
—¿Qué tal un dos contra todos? Kaelin y yo contra el ExceedoGénesis.
—Es demasiado injusto.
—Te dije, no tienes que añadirlo si crees que es demasiado injusto para ti
—Para ti —completó su frase Nux.