¿...estás seguro?

—¿Puedes seducir a mi madre?

—¿Eh? —Nux parpadeó sorprendido, de todas las cosas que había pensado en su cabeza, esto definitivamente no estaba en la lista.

Especialmente considerando que la mujer que estaba frente a él era Amaya.

Amaya, sin embargo, parecía tener prisa y hizo otra pregunta,

—¿Te gusta mi madre?

—Cl-Claro que no —Nux estaba a punto de decir que no. Después de todo, cuando conoció a Riona, Amaya específicamente le advirtió que no fuera tras su madre incluso antes de que pudiera tener ese tipo de pensamientos.

Riona era una belleza, era una de las mujeres más hermosas que Nux había conocido, sin embargo, su amor y respeto por Amaya opacaban ese hecho, ya que ella no quería que le hiciera ningún acercamiento, Nux se contuvo.

Ahora, sin embargo, las cosas eran diferentes.

Amaya misma había venido a él y no tardó mucho en darse cuenta de por qué estaba ahí.

—Estás preocupada —comentó él.