—¡Hermana!
Un hombre de cabello blanco y ojos verdes con orejas de gato blancas en su cabeza irrumpió en una habitación con una sonrisa en su rostro.
La habitación estaba suavemente iluminada, y dentro una impresionante mujer de los Clanes Gato trabajaba en un escritorio ornamentado. Su impresionante belleza era imposible de ignorar. Su largo cabello blanco como la nieve caía elegantemente por su espalda, brillando como seda en la cálida luz de las velas. Sus distintivas orejas de gato le añadían un encantador toque felino a su apariencia.
Sus ojos, de un profundo y misterioso tono verde, poseían una sabiduría que parecía trascender las palabras. Vestía túnicas de seda negras, elegantemente adornadas con bordados plateados. Las túnicas acentuaban su figura delgada, y un colgante de luna creciente colgaba alrededor de su cuello, sumando a su aura regia.