La adversidad forja individuos fuertes.

—Suegra, ya he vuelto —Nux habló en un tono juguetón mientras entraba a la habitación de Riona.

—Deberías tocar antes de entrar.

—Tsk, tsk, comportándote así cuando regreso después de lidiar con la gente que te ha estado molestando, qué fría.

—Sí, sí, ya me he enterado de las noticias.

—Podrías haber visto toda la batalla, ¿sabes?

—No quiero eso, tengo cosas mejores que hacer. No tiene sentido ver una batalla cuyo resultado ya sé.

—Pensar que mi suegra confía tanto en mí, me siento tan amado —Nux rió entre dientes.

—Solo confío en mi hija. No hay manera de que te dejaría luchar si no pensara que ibas a ganar —Riona aclaró.

Nux la miró con una expresión seria. Luego, simplemente sacudió la cabeza y dijo:

—De todos modos, ¿hay alguien más que quieras que maneje? ¿Alguien más que se atrevió a molestar a mi encantadora suegra mientras no estaba? —Nux preguntó mientras tomaba las manos de Riona.

—No hay nadie así...