Llámame Riona… *

—Quítate la ropa también...

—Riona lo pidió —en el momento en que los ojos de Nux se posaron en su expresión tímida, su corazón se aceleró y se quedó paralizado.

—¡Esta mujer era demasiado!

Lo que Nux temía ocurrió, la Niebla Negra cubrió todo su cuerpo, en un instante, toda su ropa fue devorada.

Riona, que actuaba toda avergonzada, intentando desviar la mirada de Nux, se detuvo momentáneamente ya que continuó mirando el pecho de Nux.

Sabía que Nux era musculoso, había estado en contacto cercano con él algunas veces y sabía cuán fuerte era el cuerpo de este hombre, sin embargo…

—Ver ese aspecto majestuoso que parecía ser la misma definición de perfección la dejó impresionada, sus ojos permanecieron fijos en el cuerpo de Nux y sentía que no apartaría la mirada en mucho tiempo, pero entonces,

Sus ojos se posaron en algo más.

Algo que la sorprendió aún más.

—¿Te gusta lo que ves? —Nux preguntó con una sonrisa juguetona en su rostro.