—No necesitas saber eso.
Vulpiana habló con una mirada fría en su rostro.
—¿Oh? ¿Ahora guardamos secretos entre nosotros? —preguntó Nux con una sonrisa juguetona en su cara.
—No actúes como si fuéramos cercanos —dijo Vulpiana mientras se liberaba de su agarre y creaba distancia entre ellos.
—¿No sería extraño decir esto cuando prácticamente me secuestraste a este lugar desconocido usando una habilidad desconocida?
Nux sonrió.
Sí, sentía mucha curiosidad por la habilidad que la Chica Zorro había usado, sin embargo, lo que más le intrigaba era esta mujer en sí.
Como hombre de cultura, esas colas y orejas eran su gran debilidad, especialmente cuando se combinaban con la adorable cara de Vulpiana. Por no mencionar que cuando la mujer intentaba actuar de manera fría y madura, la hacía aún más encantadora.
—…