Soy una mujer perfectamente bien amada por su esposo.

—¿Así que realmente me estás echando, huh… —Nux puso pucheros.

—Estamos entrenando, ¿crees que puedo entrenar contigo justo a mi lado? Solo estaría pensando todo el tiempo cómo me veo y nunca podría concentrarme en el entrenamiento —respondió Riona.

—¿Eh? ¿Es eso así? Pero no tienes que pensarlo en absoluto, no importa lo que hagas, puedo asegurarte de que siempre obtendrás una reacción mía —Nux inclinó la cabeza con una sonrisa en su rostro.

—¿Q-Qué reacción!? Vamos, necesito mejorar.

—Sabes a qué reacción me refiero, ¿no? —Nux la miró.

—¡Vamooos! —Riona gritó. Claramente, estaba avergonzada.

Thyra, que estaba parada al lado de Riona, entrecerró los ojos; —¿No era su Junior un poco demasiado bueno en este juego? Sentía que estaba perdiendo…

—Nux —ella lo llamó.

—¿Hmm? —Nux la miró.

—Deberías irte ahora mismo. Voy a visitarte más tarde para compensarlo.

—Oh…? —Nux, por supuesto, no rechazaría tal oferta.