No digas que no te advertí.

—¿Está todo listo? —preguntó Nux.

—Por supuesto, incluso si hubieras vuelto atrás en tu palabra sobre darme una semana y me hubieras dicho que querías que todo estuviera listo en 2 días, he preparado todo perfectamente —Ignatia respondió, sin olvidar señalar lo irrazonable que era la solicitud de Nux.

—Eres competente de verdad, no es de extrañar que te hayas convertido en el nuevo Señor Dragón —comentó Nux.

Ignatia miró fijamente al hombre frente a ella y no dijo nada. Pensaba que este bastardo era el responsable del estado en el que se encontraba actualmente el Continente del Dragón.

—¿Estás lista, mi general? —Nux preguntó mientras miraba a Ámbar.

—Lo estoy —Ámbar asintió con la sonrisa más brillante en su rostro.