Un genio...

—Nux. —Llamó.

—¿Hmm? —Nux miró a su madre y luego.

—Finalmente decidí quién será mi discípulo. —Faustina habló, sus ojos azules brillando intensamente mientras miraba a Felberta.

—¿Qué…? —Felberta frunció el ceño con confusión.

Al ver su expresión, la sonrisa de Faustina se ensanchó aún más.

—Un genio que no sabe que es un genio. Qué divertido~ —El Progenitor entonces se giró hacia el resto de las mujeres—. ¿Cómo es que ustedes no le dijeron nada? —preguntó.

—… —El silencio cayó sobre el lugar.

Por supuesto, nadie sabía de qué hablaba el Progenitor. ¿Un genio…? Felberta era una mujer amable, era inteligente, tenía grandes habilidades de liderazgo, grandes habilidades de gestión, era eficiente, era una gran planificadora, era muchas cosas… sin embargo… Sabían que no era un genio. Después de todo, era solo una mujer que, si no hubiera conocido a Nux, ni siquiera estaría viva ahora mismo, ya que su vida mortal habría terminado.