Llegando al Valle del Dios Dragón

—¡Continente Yuan, es verdaderamente extraordinario! —Lu Ming suspiró.

—Lu Ming, estás equivocado. ¡Esto no es el continente Yuan! —Shan Longyuan se rió.

Al lado, la Guardia del Dragón también sonrió. La reacción de Lu Ming estaba dentro de sus expectativas.

—¿Qué? ¿Esto no es el continente Yuan? —Las pupilas de Lu Ming se encogieron y él estaba conmocionado.

—Sí, ¡yo soy! —Shan Longyuan agitó su mano y la pintura en el aire desapareció—, esto es solo una pequeña isla cerca del continente Yuan. En tus ojos, esto es un continente. Si estuviéramos realmente en el continente Yuan, la presión del mundo exterior sería más fuerte que esta. ¡Todo en el mundo sería más estable que esto!

—¿Qué? —Lu Ming estaba conmocionado.