—¡Hay un cambio en las Llanuras del viento celestial!
—¿Qué? ¡Vamos a echar un vistazo!
En ese momento, llegó una noticia. La gente alrededor voló hacia las Llanuras del viento celestial.
—¿Hay un cambio en las Llanuras del viento celestial?
Las expresiones de Lu Ming y los otros tres cambiaron.
—Hermano menor, ¿qué tal si vamos a echar un vistazo? —dijo Tian Chui.
—De acuerdo, ¡vamos! —respondió Lu Ming.
De inmediato, Lu Ming, Xie Nianqing, Tian Chui y Xue Ningxin volaron hacia las Llanuras Ventosas.
Bzzzz...
En ese momento, se escuchó otro llanto de un fénix desde las Llanuras del viento celestial. El llanto estaba lleno de desesperación y descontento.
—El llanto del fénix se está volviendo cada vez más tenue. ¡Parece que está debilitándose! —dijo Lu Ming.
—¿Podría ser que el pájaro divino fénix está a punto de caer y por eso no deja de chillar? —adivinó Xie Nianqing.
—¡No es imposible! —dijo Lu Ming.