La evaluación final

Después de que la joven salió corriendo, Lu Ming miró a su alrededor.

Esta era una casa de piedra. Las paredes estaban hechas de piedra. Aparte de una cama y una mesa, no había nada más en la habitación. Era muy simple.

«¿Dónde estoy?»

Lu Ming estaba perplejo.

Recordaba que estaba siendo evaluado en la Secta Hunyuan. Al final, había pasado por una puerta de luz y perdió la conciencia. ¿Por qué estaba aquí después de despertar?

¿Podría ser esta la última prueba? Pero, ¿de qué se trataba la prueba?

Lu Ming se observó a sí mismo. Se quedó aún más sin palabras cuando vio que estaba cubierto de vendajes.

Estaba seguro de que estaba herido, y era una herida muy grave. Todos los huesos de su cuerpo estaban rotos, y sus músculos también estaban gravemente heridos. Oleadas de dolor agudo llegaban continuamente de su cuerpo.

Además, Lu Ming se dio cuenta de que no había ni un solo rastro de poder sagrado en su cuerpo. No podía levantarlo, y mucho menos controlar las leyes.