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Cap 21: Una hoja al viento

Una brisa calurosa paso sobre el campo de entrenamiento, marcando el final de la primavera y el inicio del verano, una brisa suave y tranquila, y en ella Gonzalo parecía caminar.

Sus movimientos fluidos y más rápidos de lo que uno creería, caminando de un lado a otro, sin descanso.

Pequeñas gotas de sudor acumulándose en su frente y cayéndole, no solo por el calor, sino el constante esfuerzo y agotamiento.

Pero incluso así, su expresión era serena y casi aliviada, todo mientras seguía a un ritmo consistente y firme en sus caminatas.

Mientras todos a su alrededor parecían estar luchando y arrastrándose, resistiendo y esforzándose, Gonzalo… Gonzalo lucia fresco y alegre, parecía disfrutar.

Y el motivo de esto era simple… Se había rendido.

Si, simplemente se rindió… Se rindió en alcanzar a los demás, se rindió en ser apreciado por los profesores.

Pero jamás se rindió en lo que le importaba, entrenando con constancia y esfuerzo, Gonzalo se dedico a aprender una cosa por encima de todo… Huir.

Abandonando casi por completo su entrenamiento con la espada, Gonzalo se dedico a aprender sus dos técnicas preferidas, -Hoja al Viento- y –Paso Brisa-, esquivar y correr, respectivamente.

-Siempre que esté vivo… Puedo seguir aprendiendo- Con esa mentalidad, aunque fuese llamado cobarde, aunque fuese despreciado e ignorado, incluso cuando se le redujo la cantidad de materiales y oportunidades que se le daba, Gonzalo decidió seguir adelante.

Es por eso que sin importar nada, Gonzalo se dedico a lo suyo, mientras todos entrenaban como luchar y matar, el estaba allí, caminando y a veces logrando correr con –Paso Brisa- y esquivando obstáculos y a veces ataques con –Hoja al Viento-.

Deslizándose como la brisa misma entre todos sus compañeros y profesores, Gonzalo sentía haber escapado de la presión, sentía haber logrado encontrar su ritmo y lugar en la vida.

Y sobre todo, estaba alcanzando paz, aunque seguía reviviendo aquel día, aunque seguía reaccionando al estridente sonido del metal, ya no era el horror que era antes.

Su método de cultivo, -Brisa Pacifica- estaba avanzando a un ritmo por encima del promedio, especialmente porque Gonzalo cultivaba casi todo el día, pero además, por alguna razón, desde el día en que se dedico a simplemente pasar, desde el día en que logro escapar y encontrar algo de paz, su cultivo comenzó a progresar mejor.

Su cuerpo se sentía ligero, su energía espiritual ya no se sentía tan sustancial, sino mas como el viento, etérea.

Dándole una facilidad única para empujarse y moverse, casi como si fuese una hoja al viento.

“Aghhh, mierda” Un chico que estaba viendo su SP no pudo evitar maldecir y su amigo a un lado se acerco a ver.

“jajaja, karma” Riéndose en su cara y volviendo a entrenar.

El joven sintió que le iba a reventar la cabeza de la rabia por culpa del idiota de su amigo, pero calmándose y evitando el ragebait del idiota, suspiro molesto.

“¿Porque me tiene que tocar con ese idiota?” En el pequeño holograma de su SP, marcaba quien sería su compañero en la clase de Defensa, y ese no era otro más que Gonzalo, o más conocido con infamia como el -puntos negativos-

¿Por qué? Simple, jamás se defendía en la clase de defensa, solo esquivaba y huía.

Esto hacia completamente inútil la clase de defensa para quien le tenía en contra, y el simplemente ignoraba ese hecho y seguía haciendo lo que quería.

Los profesores le castigaron quitándole todos los puntos luego de la tercera vez, pero el desgraciado siguió haciendo lo mismo.

Le importaba un bledo el conseguir mejor comida o mas comodidades, mierda, incluso le importaba un bledo el conseguir materiales de cultivo.

Esto provoco que le quisiesen sacar de la clase de defensa, pero al final, si lo hacían serian números impares, por lo que era mejor para ambos estudiantes al menos practicar otra clase de esquiva.

“Haaaa” Suspirando con fuerza, el joven se volvió a parar recto y con su espada, volvió realizar su técnica de combate, como llevaba casi una hora realizando.

Posicionándose para dar un corte horizontal, el joven acumulo energía espiritual en el filo de la espada, calentándola y reforzándola a la vez.

El fuego concentrado en el borde de la espada brillaba levemente, pero solo luego de unos segundos es que pareció volverse verdaderamente peligroso y solo entonces, es que dio un fuerte tajo hacia delante.

El corte se marco en el aire, como si en lugar de una espada fuese un lápiz, pero de fuego, y luego de medio segundo, desde la línea ardiente que dejo la espada en el aire una pequeña ola de fuego estallo hacia delante como un cono.

Apenas medio metro era el tamaño del cono, y además, las llamas no parecían letales, si un despertado las recibiese saldría apenas herido, pero una persona común, seguramente perdería su cabello y sentiría su piel crujiente.

-Al menos hoy no voy a recibir una paliza- Pensó con frustración y alivio luego de apenas lograr usar su técnica –Corte Llameante-.

A pesar de su horrible titulo como –Puntos Negativos-, Gonzalo también era conocido por ser blando o mejor dicho, agradable y amable, ya que jamás golpeaba con la intención de dañar, y siempre permitía a su oponente recomponerse.

-Si tan solo no fuese… ¿El?- Haciendo una expresión agria, el joven simplemente escupió y lanzo un quejido “Baaahh”

Tras acabar con el entrenamiento de técnicas diario, todos se dirigieron a los campos de combate, donde podrían tener duelos básicos.

“Clase de Combate…” Mirando el holograma de su SP, Gonzalo hizo un gesto de disgusto y suspiro “Guillermo, a este no lo conozco”

Al llegar a su zona, Gonzalo observo a su compañero de práctica, un joven de cabello corto al estilo militar, como todos los presentes, de color negro muy claro y ojos café.

No era ni muy grande ni muy pequeño, ni flaco ni gordo, pero sus hombros eran anchos y aparentaba tener mas fuerza que el propio Gonzalo, además, sus piernas eran anchas y aparentaban tener bastante fuerza.

Gonzalo estaba claramente en desventaja en fuerza y tamaño, ya que era flaco y de estatura media, y aunque este no era un combate real ya que su oponente estaría solo defendiéndose, Gonzalo no pensaba tomárselo con calma.

Con un instructor presente, ambos se observaron con cuidado y fiereza, y cuando una campana resonó con una inusual claridad, Gonzalo con calma camino hacia Guillermo como si la misma brisa le llevase.

El movimiento parecía lento, pero en tan solo 3 pasos, Gonzalo ya estaba frente a Guillermo dando un corte horizontal hacia su hombro.

Guillermo reacciono y bloqueo con su espada en forme vertical el ataque de Gonzalo, el choque resonó y Gonzalo se encogió ligeramente, dando un paso atrás.

Pero luego de ello, giro sobre sí mismo y ataco con otro corte horizontal, esta vez hacia el lado opuesto.

Guillermo que sintió una leve confusión por el movimiento extraño cubrió con su espada el ataque, nuevamente de forma vertical, pero esta vez ligeramente más tarde y con menos fuerza, sintiendo que su espada se doblaba hacia un lado.

“Hmp” Con un ligero quejido, Guillermo empujo la espada de Gonzalo, pero este la movió con ligereza hacia atrás, ayudándose con el empuje de Guillermo y volviendo a girar sobre sí mismo, pero esta vez dando un paso hacia atrás.

Un corte inclinado se trazo en la pechera de Guillermo el cual no logro cubrirse, y este hizo una expresión de molestia.

Gonzalo se paró un segundo delante de Guillermo y luego se lanzo de vuelta al combate, iniciando nuevamente el duelo con calma pero intensidad.

El ruido de las espadas de metal sin filo, provocaban de vez en cuando que Gonzalo se encogiese y perdiese el ritmo, pero incluso así, el combate entre ambos era a los ojos del instructor, interesante.

No por la calidad o el nivel del combate, sino el estilo, Gonzalo más que luchar, parecía bailar con gracia, calma y amabilidad.

La última era constante y prevalente, ya que jamás apuntaba a la cabeza o cuello, además de que jamás usaba fuerza o incluso a veces reducía la fuerza al impactar.

“Haaa, buen duelo” Al terminar la clase, Guillermo no pudo evitar acercarse y darle la mano a Gonzalo -¡Es demasiado bueno!-

Haberle insultado y quejado de él le hacía sentirse mala persona, el sujeto era tan amable que dolía verle en un lugar como era la Academia Oficial.

“Gracias, te defiendes realmente bien” A pesar de todo, Gonzalo había perdido, ya que Guillermo al final del día se había defendido mucho más de lo que él había acertado, por lo que este combate, nuevamente fueron puntos negativos.

Pero incluso así, Gonzalo tenía una sonrisa ligera y fresca, incluso con todo el sudor cayéndole por la frente del esfuerzo.

“Tu estilo… Es único” Sin saber cómo explicarse, Guillermo que en algunos momentos fue completamente incapaz de entender como había sido cortado, fue a lo simple.

“Me lo dicen seguido, nos estamos viendo” Despidiéndose, Gonzalo camino con calma, usando su técnica –Paso Brisa- hacia la clase de –Control de Talento- que quedaba en donde la clase de entrenamiento de técnica se daba.

Llegando bastante temprano, Gonzalo entro al campo de entrenamiento y se coloco en una de las esquinas, separado de la mayoría y se sentó de piernas cruzadas, concentrándose en cultivar mientras esperaba que los instructores llegasen.

Luego de algunos minutos, los instructores llegaren y todos los alumnos comenzaron a usar sus talentos con calma y algo de distancia entre ellos.

Gonzalo continuo de piernas cruzadas, pero no cultivando, sino que con sus ojos cerrados se concentro en las palmas de su mano, las cuales estaban estiradas y apuntando al cielo.

Sobre ellas, lentamente una hoja verde filosa se formaba, no era una espada, sino que solo el filo de la misma.

Cuando el filo alcanzo cierta intensidad de color, la hoja se disparo hacia delante cortando el suelo.

El corte no fue impresionante, de hecho, era por lejos menos impresionante que el corte de una espada real, pero aun así, Gonzalo que vio esto asintió conforme y volvió a concentrarse.

Desde hace casi 2 meses había obtenido su talento, hace casi 2 meses que aquel desastre había ocurrido, desde hace casi 2 meses que estaba entrenando, pero solo hace 2 semanas Gonzalo había aceptado que no tenía talento, hace 2 semanas había aceptado que su talento era de bajo grado.

Y desde entonces, Gonzalo veía todo progreso como algo positivo, había dejado de compararse con quienes le rodeaban, porque se había rendido en superarles, porque había aceptado que estaba por debajo del promedio.

Pero no pensaba detenerse, mientras que quienes tenían talento y un talento de alto grado se relajaban, el seguiría esforzándose, seguiría cultivando y entrenando, no porque deseaba superarles, no.

Era para vivir, para tener la fuerza de salvarse y salvar a quienes quería, eso era todo lo que necesitaba.

Gonzalo que se distrajo ligeramente, perdió el control de la hoja a medio hacer, y esta exploto lanzando una ráfaga de viento molesta sobre su cara, pero en lugar de quejarse o enojarse como otros jóvenes, Gonzalo se rio en silencio y volvió a intentarlo.

Al final, la mitad de sus intentos fueron fallos, pero esto era un progreso, por lo que Gonzalo salió conforme de la zona de entrenamiento y volvió a dirigirse al campo de combate.

Y delante suyo, Guillermo estaba parado nuevamente, esta vez, era el turno de Gonzalo de defenderse, aunque no tenía pensado hacerlo.

“No piensas defenderte ¿No?” Guillermo ya había aceptado que pasaría exactamente ello, por lo que ver a Gonzalo asentir ni siquiera le molesto tanto a este punto “Bueno, vamos a ello”

Guillermo aun no era capaz de utilizar adecuadamente su técnica de combate –Corte Llameante- y al dividir su atención en sus otras 2 técnicas también, era incapaz de usarlas en combate por el momento, pero era capaz de usar su espada con una destreza decente, por lo que estaba seguro de ganar.

Y eso en si mismo fue un error, Gonzalo no espero en su sitio, sino que con –Paso Brisa- tomo algo de distancia, esto fue ligeramente irritante ya que Guillermo tuvo que ir tras de el durante unos segundos.

Pero dentro de un rectángulo marcado en el suelo, era imposible escapar para siempre, por lo que Guillermo le alcanzo y al hacerlo, lanzo un fuerte corte horizontal similar al que Gonzalo había lanzado.

Pero este era más fuerte y rígido, y Gonzalo que vio el ataque, simplemente esquivo agachándose ligeramente y caminando bajo la espada hacia un lado.

Guillermo quedo medio segundo perplejo al ver la escena, no le había esquivado con dificultad, lo había hecho de tal forma que parecía cotidiano.

 -¿Qué carajo?- A pesar de su completa confusión, Guillermo no se detuvo, desde que llego a la academia había visto un montón de cosas extrañas e ilógicas, ¿Por qué esta le detendría?

Los ataques rígidos y fuertes de Guillermo eran realmente difíciles de defender, pero esquivar era completamente diferente, Guillermo no era capaz de recomponerse con la facilidad con la que Gonzalo lo hacía.

La primera ronda término con Guillermo no tocando a Gonzalo, lo que le dejo más que perplejo.

-¡Ahora entiendo porque le odian! ¡Es una puta anguila!- frustrándose y sintiéndose enojado, Guillermo se sentó un momento.

Pero luego de ese momento, Guillermo lentamente pensó en todo lo ocurrido, y alcanzo una respuesta satisfactoria –Necesito usar menos fuerza y más flexibilidad y fluidez-

Para la segunda ronda, con más calma y claridad, Guillermo alcanzo a Gonzalo, y lanzo un corte horizontal, el cual nuevamente Gonzalo esquivo agachándose y caminando con –Paso Brisa-, pero esta vez, Guillermo continúo el corte y giro sobre sí mismo, inclinando el corte más hacia abajo.

Esto tomo por sorpresa a Gonzalo el cual no llego a reaccionar y recibió la espada en su muslo izquierdo.

Guillermo suspiro y se sintió mejor consigo mismo tras lograr acertarle, pero además, se sintió aliviado, ya que logro frenarse y reducir la fuerza a último momento.

 -Por poco quedo como un sorete- Habiendo realizado 6 rondas en el entrenamiento anterior, y apenas lastimándose, Guillermo estaba realmente contento, sentía que había entrenado mejor que con otros, por ello quería devolver esa amabilidad.

El combate continuo, y para la ronda 4, Guillermo había tomado el truco a luchar contra Gonzalo, superándole lentamente, y para la ronda 6, Gonzalo comenzó a intentar utilizar –Hoja al Viento- en combate, fallando numerosas veces, pero realizando grandes esquives en otras ocasiones.

Pero al final del día, nuevamente, había acabado con punto negativos y aun así, tenía una sonrisa en su rostro.

¿Por qué? Porque había logrado usar 3 veces –Hoja al Viento- en combate, ¡Era su record!

“Jajaja, que día” Habiendo progresado y mejorado en todos las clases, Gonzalo se sentía genial y agotado.

Por lo que luego de bañarse y llegar a la barraca, la cual estaba medio vacía debido a que quienes consiguieron puntos cambiaron a habitaciones personales, se acostó en su cama y descanso.

“Mañana va a ser incluso mejor”