La posición de la salida del agua era fija.
Si el pequeño se hace demasiado grande para su tamaño actual, entonces lo ajustaremos en consecuencia.
En siete u ocho años, debería ser capaz de usar una bañera de tamaño adulto, sin que nos preocupemos por accidentes.
El tiempo parece volar cuando piensas de esta manera.
Parece que en un abrir y cerrar de ojos, han pasado los años.
Cindy Clarke suspiró un poco.
Para entonces, Adrián Zhekova tendría cuarenta años.
Viendo la expresión de Cindy, Adrián pensó, preguntándose en qué estaría pensando ella otra vez.
Cuanto más la entendía, más se daba cuenta de que la mente de Cindy siempre estaba divagando.
Todo parecía sin rumbo.
Con tan solo una pequeña distracción, sus pensamientos estarían por todas partes.
Morgan siempre seguía a Cindy, como un perrito.
Dondequiera que ella iba, él la seguía.
Era como pegamento, siempre pegándose cerca, incluso pisando los talones de sus pies, pegándose a ella más y más cada día.