—Ella nunca había visto sonreír a Lyke Zhekova tan dulcemente —la sonrisa transmitía una ternura que venía desde lo más profundo de su ser.
—Incluso sus ojos estaban llenos de ternura.
—Pretty Perlas se quedó atónita, incapaz de reaccionar, arraigada en el lugar.
—Además, Lyke Zhekova estaba al teléfono —Pretty Perlas no quería interrumpirlo.
—Podía esperar hasta que terminara su llamada.
—He bebido bastante esta noche—la voz de Lyke Zhekova tartamudeó un poco, la claridad perdida, sonando incluso un poco arrastrada.
—Peggy Lewis podía notarlo, incluso a través del teléfono.
—¿Por qué bebiste tanto?—Se preguntó quién se atrevió a servirle alcohol a Lyke Zhekova, esa persona tenía agallas.
—Lyke Zhekova suspiró, sonando un poco agotado —No tuve opción, el cliente de hoy es realmente importante, crucial para el futuro de Majestic y la Ciudad de Pingla".
—Peggy Lewis pensó que tenía sentido.
—Ninguna otra razón podría haber forzado a Lyke Zhekova a beber hasta ese punto.