Peggy Lewis no pudo evitar reír.
El informe detallado de Lyke Zhekova sobre su horario tranquilizó sus nervios.
—Vale —Peggy asintió.
—¿Qué tal si vienes a verme al mediodía? —propuso Lyke.
—Suena bien —Peggy estuvo de acuerdo.
Todavía no se habían separado, pero Peggy ya lo extrañaba.
Así que, aceptó con gusto la solicitud de Lyke de verla al mediodía.
—Entonces me voy —dijo Peggy.
Lyke asintió y la vio salir del coche.
Solo cuando Peggy había entrado en la Empresa, Lyke se marchó.
Todos los empleados de Majestic, desde los soldados rasos hasta los grandes jefes, vieron que Lyke estaba de muy buen humor y disfrutaba de su día.
Especialmente aquellos que lo vieron entrar en la empresa por la mañana, notaron que incluso su caminar parecía más vigoroso de lo habitual.
La risa en su rostro era asombrosa.
Normalmente, no se veía a Lyke sonriendo así.
Además, era incluso amable y cordial con los empleados ordinarios que no conocía, lo cual era bastante sorprendente.