¿Por qué me ayudas?

Ming Sihan hizo un gesto antiguo y misterioso con ambas manos. Cerró los ojos y murmuró algo.

Un compás circular floreció bajo sus pies.

Mo Ruyue observaba en silencio desde un lado, sintiéndose cada vez más nerviosa.

Entonces, una grieta espacial apareció en el marco rectangular.

Un fuerte impacto vino de la grieta, y Mo Ruyue subconscientemente lo bloqueó con su mano.

Ming Sihan levantó la cabeza y miró la grieta. Luego, tomó la mano de Mo Ruyue.

—Ruyue, ¿estás lista? Nos vamos.

Ming Sihan miró a Mo Ruyue con una expresión seria.

Mo Ruyue podía sentir que sus manos ejercían mucha fuerza, como si tuviera miedo de soltarla.

—Estoy lista —Mo Ruyue asintió apresuradamente.

—Sostén mi mano fuerte. No la sueltes.

—Está bien...

Mo Ruyue miró a Ming Sihan, y Ming Sihan la miró de vuelta.

Solo se tenían el uno al otro en sus ojos.

La fusión del cuerpo y el alma.

Ming Sihan todavía estaba un poco preocupado, por lo que abrazó a Mo Ruyue con fuerza.