¿Irse?

Aunque Nicolás y el Jefe tenían una relación antigua, él no eludiría su deber hacia su país.

En toda China, la persona más formidable era Ai Si, pero esa cara de hielo aún era joven. ¡Su fuerza marcial no se comparaba con la de la generación mayor!

¿Podría ser que China realmente no lo lograría?!

Nicolás no se quedó mucho tiempo. Antes de irse, incluso fue a ver a Xiang Huai... fuera del sótano.

Tras la pared del sótano, su boca seguía siendo muy desagradable. —Xiang, ahora no puedes golpearme, ¿verdad?

—Xiang Huai: "…¿Quieres que salga ahora y haga explotar tu País M?"

—Nicolás se rió. "¡Entonces tu China estaría acabada! Dominar tu poder tomaría al menos cinco o seis años."

—Xiang Huai no habló.

—Nicolás suspiró. Antes de irse, palmeó la puerta metálica del sótano. "Xiang, sal rápido. Si no sales, estaré muy solo."

—Xiang Huai se burló. "Haces que parezca que estás en la cima sin mí."