Los dos se detuvieron y se giraron.
Xia Nuannuan se mordió el labio y dijo —Tía Mei, mi- mi dote- el cheque- Todavía lo tienes tú…
Antes de que pudiera terminar, su rostro comenzó a arder y a volverse escarlata.
Al mismo tiempo, Mei Feng dijo —Ah, ahora que lo mencionas, es un buen recordatorio.
Xia Nuannuan exhaló aliviada.
Ella pensó que Mei Feng devolvería el cheque pero, inesperadamente, la mujer dijo en cambio —Tu papá dice que ya que Zihao está casado y es mayor, debería entrar al negocio familiar. En el futuro, debería depender de sí mismo para sus gastos.
Cuando Xia Nuannuan escuchó esto, se asustó.
Una parte de ese dinero, 1.11 millones, fue tomado de los ahorros de sus padres.
Sus padres nunca pensaron en pedir ese dinero de vuelta para ellos mismos, pero era dinero que le habían dado a ella.
Ahora que Mei Feng lo tenía, ¿qué significaba eso?
Además, sabía que a Mei Feng no le gustaba ella.