—¿Cómo podría Xia Nuannuan haber aceptado firmar el documento de divorcio? —La cabeza de Shen Zihao daba vueltas por esto.
Tomó una profunda respiración y se quedó mirando el acuerdo de divorcio. Tras una pausa, levantó la vista y preguntó:
—Tía Mei, ¿de qué se trata todo esto?
Mei Feng suspiró y le dio una palmada en el hombro a Shen Zihao. —Zihao, la familia Xia envió esto hoy. Papá Xia pidió clemencia y nos pidió que los dejáramos ir.
Al escuchar esto, el corazón de Shen Zihao se hundió más que nunca—su mundo se veía desolado.
—Dejarlos ir.
¿Quería decir permitir que Xia Nuannuan y ese hombre estuvieran juntos?
Bajó la cabeza y extendió la mano hacia el documento.
Luego subió las escaleras lentamente.
Seguía mirando el nombre de Xia Nuannuan en el acuerdo de divorcio, para asegurarse de que era su letra.
Sentado solo en el estudio, sentía como si todo el esfuerzo y el trabajo duro que había invertido no hubieran servido para nada.