—Lu Nanze, solo para detenerme de unirme al club, por el bien de tu supuesto amor, cometiste tal atrocidad. ¡Huh! ¿Tienes idea de cuánto me repugna y me enferma tu supuesto amor? ¿Y tu familia Lu, queríais erradicar a mi hermano y a mí! Mi mano estaba herida y las piernas de mi hermano quedaron lisiadas, pero aún así no nos dejasteis ir, ¿verdad? ¡Fuiste a buscar a mi tío para discutir tus intenciones de tomarme por la fuerza!
—Y todas estas cosas, las descubrí gracias a mi buena hermana Qiao Yiyi. Ella fue quien me dijo que querías forzarme. Mi tío tenía la intención de entregarme a ti y por eso me llevé a Qiao Yi y hui.
—Lu Nanze, dime, después de todo lo que has hecho, ¿cómo podría perdonarte? ¡Y que sepas, cada vez que te veo, quiero despellejarte, arrancarte los músculos y beber tu sangre!
Las preguntas de Qiao Lian hicieron que las piernas de Lu Nanze se debilitaran de repente.
Él la miró a Qiao Lian con incredulidad.