Eve Thompson estaba inquieta mientras leía los documentos.
Sus ojos a menudo miraban a Anthony Charlie. Al leer sobre los aspectos financieros, tenía dificultades para entender algunos conceptos complejos. Se rascaba la cabeza y saltaba esas partes. Una persona normal podría no haberlo entendido tampoco, pero parecía que Anthony sí lo hacía.
Asentía de vez en cuando.
Finalmente, al terminar de leer un documento, lo colocó frente a él en el escritorio para que lo firmara. Luego puso el bolígrafo en su mano y lo guió hasta la línea de la firma.
Con un movimiento casual de su muñeca, su firma extravagante apareció en el documento.
Eve miró su caligrafía y la admiró.
Al haber crecido en el extranjero, su caligrafía en chino era la peor; se parecía a huellas de oruga que no podían sostenerse. Aunque era inteligente, practicar la caligrafía lleva tiempo; era demasiado perezosa para trabajar en ello, resultando en un garabato feo.