Mr. Yan

Eve Thompson se encontró despertándose en la cama del soltero más codiciado de la Ciudad S con su brazo alrededor de su cintura, pero solo tenía en mente las palabras de su madre. —Asegúrate de que nadie descubra que estás disfrazada de tu hermana —le dijo, mirando la marca de nacimiento falsa dibujada con maquillaje en la cara de su hija restante—. ¡Tienes que conseguir que el Señor Charlie se case contigo, todo lo que tenemos depende de ello! —dijo ella.
Era una lástima, pues el hombre a su lado se parecía mucho al hombre que había perdido hace muchos años.
El favor de Anthony Charlie con las mujeres era notoriamente difícil de obtener, pero en un estupor etílico, se deslizó bajo las sábanas con la mujer a su lado, seducido por el recuerdo de alguien que había perdido hace mucho tiempo y a quien esta mujer se parecía.
Sin embargo, ella nunca tuvo una marca de nacimiento. Nunca podría ser ella.
¿Fue su encuentro coincidencia? ¿Qué revelaría su pasado oculto? ¡Únete a Eve Thompson en su emocionante viaje de cortejo y espionaje político mientras se pone en los zapatos de la vida ahora abandonada de su hermana gemela y trata de salvar a su familia ganándose el corazón del misterioso soltero, Anthony Charlie!

Esperando el Regreso de la Luna en la Ciudad Sureña

Él habló calmadamente —Lo mencioné, pero el señor Morrison dijo que era una orden del grupo. Como sabes, el señor Morrison también tiene que servir al grupo.


—Si Jonas no hubiera escuchado personalmente la conversación entre los dos, probablemente les habría creído!


Mirando a su hijo con decepción, apretó la mandíbula, luego habló —¿Sabes cuánto está ofreciendo el Grupo Charlie como penalización por incumplimiento de contrato?


Deberían ser decenas de millones de dólares... ¡Esta cantidad de dinero solo causaría que la Compañía de Tecnología Joey se debilitara enormemente!


Pero tan pronto como este pensamiento se asentó, escuchó a Jonas decir —¡200 millones de dólares!


Una sola frase hizo que los ojos de Joey se estrecharan bruscamente, ¡y lo miró fijamente!


Capítulo 809: ¡Quién ríe último! (1)