—¿¡Qué?!
Adam Foster no podía creer lo que estaba escuchando de Eve Thompson:
—¿Cómo es eso posible?
Ese proyecto era enorme, en toda la ciudad de S, solo el Grupo Garwood podría encargarse de él, porque la Familia Garwood tenía cientos de personal técnico y, además, tardaría al menos tres meses en ver siquiera los inicios de éste.
¿No se firmó el contrato para este proyecto hace menos de un mes?
¿Y la Compañía de Tecnología Joey ya lo terminó?
¡Esto es como soñar despierto a plena luz del día!
—Se burló—. Ustedes en la Compañía de Tecnología Joey realmente están desesperados, ¿soltando tales mentiras para evitar pagar la penalización por incumplimiento del contrato?
Eve Thompson se acarició la barbilla, mirando al señor Morrison:
—Señor Morrison, ¿no sabremos si es una mentira o no mañana?
Mañana...
¡De hecho, lo sabremos mañana!
El señor Morrison miró de nuevo a Eve Thompson: