—El niño no pudo ser salvado?
—Eve Thompson estaba atónita, y hasta sintió por un momento que podría haber escuchado algo mal.
—¿Cómo pudo haber pasado esto?
—Cuando la había visitado, todo había estado bien...
—Y aunque este niño siempre había tenido dificultades, el doctor había dicho que mientras descansara bien, no habría ningún problema.
—Además, ya habían pasado cuatro meses, ¿cómo podría haberse desvanecido así?
—¡Estaré ahí enseguida! —dándose cuenta de que las cosas no podían explicarse claramente por teléfono, Eve Thompson habló de inmediato.
—Su expresión se tornó seria, lo que hizo que Anthony Charlie a su lado no se atreviera a hablar, sino que en silencio extendió su mano y tomó la de ella.
—El cielo invernal todavía estaba oscuro, triste.
—Eve Thompson aceleró todo el camino hacia el hospital.