—Entonces, por el bien de los lazos familiares, no podrías separarte de tu hijo, ¿verdad? Así que, te quedaste al lado del niño. A medida que el niño crecía, surgían muchos problemas, y tuviste la oportunidad una y otra vez de acercarte a Anthony Charlie. Aunque el señor Charlie no dejara de amarme durante este proceso y aún me amara, al final, tu hijo se convirtió en el heredero. ¿Qué obtendría yo? —continuó Eve Thompson.
—La chica: ???
—No soy estúpido. ¿Por qué iba a aceptar un trato tan desfavorable? —soltó una sonrisa burlona Eve Thompson.
—¿Tú, qué trato?! ¿No amas al señor Charlie por quién es él? ¿Cómo puedes ignorar el futuro del señor Charlie solo por tu propio beneficio? —lo miró con incredulidad la chica.
—Cada uno por sí mismo, pues los cielos destruirán a quien no se cuide a sí mismo. Además, lo que me atrae es el dinero del señor Charlie. ¡Sin dinero, no lo querría en absoluto! —se burló Eve Thompson.
—La chica: ...!!!