—Solo quería aferrarme a ti, ¿realmente me tienes tanto asco? ¿De verdad has olvidado todos nuestros hermosos recuerdos? —Lin Xinxin lo acusó de angustia, como si alguna vez hubieran estado profundamente enamorados.
—Era como si él hubiera sido extremadamente infiel y la hubiera ofendido gravemente.
—Los oscuros ojos de Chai Xiyang la miraban, de pronto sintió que no reconocía este lado hipócrita de ella.
—Sí, él sentía que ella era tan hipócrita...
—Pero no lo dijo abiertamente, en cambio, su voz se volvía más fría por varios grados.
—Lin Xinxin, no creo que tengamos recuerdos hermosos entre nosotros. Y, en mi vida, yo, Chai Xiyang, solo he defraudado a una mujer, ¡y esa es Qiao Ning! —Tras soltar estas palabras, Chai Xiyang se fue sin mirar atrás, acelerando sus pasos al irse.
—Lin Xinxin se quedó allí atónita, su tez se tornó roja y luego blanca, ¡una mezcla de vergüenza y distorsión en su rostro!