—No te preocupes, si sucede... te lo diré y te pediré consejo. Pero por ahora, solo espero que puedas encontrar la felicidad... —Hai Lan casi maldijo en voz alta.
—¡El pecho de Hai Lan se tensó, y no pudo pronunciar una sola palabra durante bastante tiempo!
Si no fuera por sus excelentes habilidades de actuación, probablemente sus emociones se habrían derrumbado...
Le tomó un esfuerzo inmenso a Hai Lan forzar una sonrisa —Yun Shan, resulta que eres tan buena con tu hermana, simplemente esperando que pueda ser feliz.
Yun Shan asintió vigorosamente —Sí, hermana, mientras tú seas feliz, eso es suficiente. En cuanto a mí, estoy bien... —Las últimas palabras fueron dichas casi en un tono sombrío, como si por la felicidad de Hai Lan, hubiese hecho un gran sacrificio.
—¿Piensa que al ocultar su aventura con Wei Zhijie de mí, me está demostrando el mayor amor y cuidado? —¿Es esa su definición de felicidad para ella? —¡Maldición!