Capítulo 397 Los efectos de la píldora de belleza

Al ver a Dawn Sutton desfilar hacia la entrada de la villa con su firme trasero balanceándose de lado a lado, Basil Jaak no tuvo más remedio que decir —Oye, no te vayas. Compré cosas para ti.

Quién lo diría, a Dawn Sutton no le importaba en lo más mínimo —Hmph, me da igual. No es como si nunca hubiera estado en Ciudad del Mar Oriental... —Dawn Sutton no miró atrás mientras caminaba directo al salón.

Desde el jardín, Basil Jaak escuchó a Dawn Sutton decirle a la señora Sutton en el salón —Mamá, Basil Jaak está aquí.

Solo para escuchar a la señora Sutton decir —Basil Jaak y tu hermana ahora tienen hijos, tú eres profesora, no puedes ser irrespetuosa, de ahora en adelante deberías llamarlo cuñado, ¿me oyes?

—No lo haré, solo lo llamaré Basil Jaak. Los nombres están hechos para usarse, no me importa si es mi cuñado o no —Dawn Sutton hizo un pequeño berrinche.

—Tú... suspiro, haz lo que quieras —La señora Sutton también se sentía impotente.