—Ven conmigo a dar un paseo en coche —dijo Debby Sutton.
Miró a Basil Jaak, y ambos se pusieron de pie. Luego ella deslizó su brazo a través del de Basil mientras caminaban afuera.
El Audi se dirigió hacia la orilla del río. Esta vez Basil conducía, y Debby estaba sentada en el asiento del copiloto.
El coche avanzaba lentamente por el Foso de la Ciudad Rong, saliendo gradualmente del centro de la ciudad y llegando fuera del Tercer Anillo.
En ese punto, había menos gente cerca del río.
Era una ribera tranquila. El Audi se movía despacio, y bajo las tenues luces callejeras, filas de álamos se erguían altos y rectos.
Hablaron de todo bajo el sol. Basil tenía incontables bromas en su repertorio, y mientras hablaba, solía hacer que Debby se echara a reír.
—Ah, ha pasado tanto tiempo —dijo de repente Debby—. Basil, ¿cuánto tiempo llevamos conociéndonos?