Ye Yunduan

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Era un genio de la alquimia sin igual. Sin embargo, debido a que no podía cultivar las artes marciales, fue traicionado y asesinado por la mujer que más amaba. Luego renació en el cuerpo de un joven insignificante y acosado.
—¿Insignificante? ¿Un genio? ¡Qué broma! ¡Nadie en este reino entendía a los genios de la cultivación mejor que Yang Chen!
—¿Artes marciales? ¿Alquimia? ¿Qué tiene de difícil la doble cultivación? —se embarcó en el camino demoníaco, levantándose contra todo pronóstico—. Con su talento excepcional, forjó un cuerpo divino, barriendo todas las injusticias. Con su asombrosa alquimia, ¡sorprendió a todos los reinos!
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El Rey Marcial Supremo Conmocionando Todos los Reinos

Yang Chen y los demás procedían con cautela.


Con el Reino del Alma Divina de Yang Chen, no estaba preocupado por ser descubierto. Su actual Reino del Alma Divina era comparable al Reino Marcial Cielo. Aunque no podía ser invencible en todo el campo de batalla, definitivamente no era comparable a los ordinarios Clanes de Demonio de la Prohibición.


De esta manera, el equipo continuó avanzando durante otras dos horas.


—¿Realmente no hay ningún Clan Demonio de la Prohibición aquí? —discutieron algunos miembros del equipo—. Si es así, ¿no volveremos con las manos vacías...?


—Miren el lado positivo. Si realmente no hay Clanes de Demonio de la Prohibición aquí, son buenas noticias. ¡Al menos hemos ganado una gran oportunidad para infiltrarnos en el territorio enemigo! —Han Cai se rió entre dientes.


Yang Chen no habló, porque su alma se expandió, y de repente percibió algo.


Capítulo 1085: ¡Una gran oportunidad!