Esto dejó a Yang Chen con sentimientos encontrados de risa y lágrimas. Su Yao era verdaderamente una mujer competitiva. ¿Podía incluso competir con él en esta situación?
—Señorita Su, este Demonio Prohibido de nivel de Rey es el Demonio Prohibido de medio paso al Reino Marcial Celestial más superior, no debe subestimarse. ¡Espero que la Señorita Su sea cuidadosa al lidiar con él! —dijo él a regañadientes.
—¿Me estás menospreciando? —resopló Su Yao.
—¡Por supuesto que no! —se rió Yang Chen.
—En ese caso, deja de decir tonterías. Tú tomas uno y yo tomo uno, hombre a la izquierda y mujer a la derecha. Yo quiero el de la derecha, tú te ocupas del de la izquierda —ordenó Su Yao.