—Hablando con precisión, fue Su Yao quien se detuvo a sí misma, no siendo obstaculizada por He Feng —comentó alguien.
Al mirar el cuerpo de He Feng, se reveló un niño dorado. Este niño dorado tenía seis brazos, y sus labios eran extremadamente brillantes y rojos. Cuando apareció, fue como un fantasma, en la misma posición que He Feng, pareciendo como una manifestación del Dharma.
El niño dorado escupió bolas de gas entrelazadas rojas y blancas, las cuales parecían poseer algún poder misterioso. Cuando aparecieron, Su Yao retrocedió rápidamente, no atreviéndose a acercarse fácilmente.
—¿Qué es esto? —preguntó Yang Chen.
—Esta es la técnica de He Feng, así como la habilidad única de Wu Changkong. Se llama Niño Dorado Guardián, un método de cultivo de poder divino de la familia real —Wei Zheng apretó los dientes.