Ye Yunduan

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Era un genio de la alquimia sin igual. Sin embargo, debido a que no podía cultivar las artes marciales, fue traicionado y asesinado por la mujer que más amaba. Luego renació en el cuerpo de un joven insignificante y acosado.
—¿Insignificante? ¿Un genio? ¡Qué broma! ¡Nadie en este reino entendía a los genios de la cultivación mejor que Yang Chen!
—¿Artes marciales? ¿Alquimia? ¿Qué tiene de difícil la doble cultivación? —se embarcó en el camino demoníaco, levantándose contra todo pronóstico—. Con su talento excepcional, forjó un cuerpo divino, barriendo todas las injusticias. Con su asombrosa alquimia, ¡sorprendió a todos los reinos!
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El Rey Marcial Supremo Conmocionando Todos los Reinos

Como de costumbre, Yang Chen se encontraba sobre la multitud, con todos vitoreando su nombre.


Frente a él, el monstruoso ejército de las bestias demoníacas se extendía por el cielo, un espectáculo asombroso de contemplar.


Las bestias demoníacas albergaban un profundo odio por Yang Chen, mientras que los humanos lo veneraban. Por supuesto, no todos esperaban que Yang Chen siguiera ganando, como Lang Feng, que deseaba destrozar a Yang Chen en pedazos.


Para entonces, Lang Feng ya había despertado y estaba haciendo una reverencia respetuosa a Hua Wanru, aunque el odio en su rostro hacia Yang Chen no había disminuido.


—¡Ma... Maestra! —respondió Lang Feng, confundido.


—No provoques más a Yang Chen, no puedes vencerlo —dijo solemnemente Hua Wanru.


—¡Maestra! —Lang Feng abrió los ojos de par en par, sin entender por qué su maestra diría tal cosa.


Hua Wanru no mostró intención de explicar más, solo dijo:


Capítulo 1440: El tiempo de ser el centro de atención