Sin mostrar fuerza ni lograr la victoria, refutar sería inútil, como levantar una piedra solo para dejarla caer sobre el propio pie. Solo podían observar cómo el impulso se inclinaba hacia la Secta del Fantasma Feroz. Su consuelo fue que Li Lianfeng llegó a salvo, dándoles una oportunidad de luchar contra la Secta del Fantasma Feroz.
Sin embargo, estaba claro que la Secta del Fantasma Feroz no dejaría a la Familia Real fácilmente. Viendo que la marea giraba a su favor, Li Huang agitó su mano e instruyó a sus subordinados para hacer algo.
En un instante, sus subordinados transmitieron las instrucciones, y poco después, aparecieron varios alborotadores entre la gente de abajo.
Era evidente que la mayoría de estos instigadores fueron organizados por la Secta del Fantasma Feroz. Sin embargo, era innegable que el efecto fue excelente.
—La Familia Real está a punto de caer. En el futuro, juraremos lealtad a la Secta del Fantasma Feroz y les ayudaremos a apoderarse del mundo.