Raina Carter nunca había experimentado algo así antes. Después de todo, ella era solo una joven, y aun después de alcanzar el nivel de un Inmortal Dorado, nunca había enfrentado la prueba del campo de batalla. Colocada en tal ambiente, y al ver a su protector, Zephyr Campbell, ya muerto, su corazón se volvió caótico. La sensación de pánico y miedo rápidamente la abrumó.
Sobrevivir se había convertido en su necesidad más apremiante en el momento.
Cuando Pedro Brown la pidió que hablara de cualquier posible manera de mantenerse con vida, Raina Carter se dio cuenta de que no tenía nada que ofrecer.
—Yo... yo...
Raina Carter entró en pánico, ya no le importaba nada, rápidamente se quitó la ropa y dijo a Pedro Brown:
—No tengo nada que ofrecer, estoy dispuesta a servirte.
Viendo las acciones de Raina Carter, la respiración de Peter Brown se entrecortó.
Aunque la oscuridad era para la gente común, para cultivadores como ellos, cada detalle de la otra persona era cristalino.