William Forest acababa de irse cuando el joven maestro, junto con su séquito, había entrado en la habitación donde estaba Peter Brown.
Mirando alrededor, el joven maestro habló en voz profunda, —¿Dónde está William Forest?
—Acaba de irse.
El joven maestro miró a Peter Brown y asintió ligeramente, —¿Eres Peter Brown?
Parecía que su reputación ya se había extendido lejos.
Sin ocultar nada, Peter sonrió y dijo, —Supongo que mucha gente ya lo sabe, sí, soy Peter Brown. ¿Puedo preguntar quién eres?
—Matthew Forest.
Mostrando una aura imponente, el joven maestro se quedó allí, ejemplificando su presencia.
—¿El hermano de ese pequeño William?
—No eres malo, tienes algo de suerte, pero estimo que no durará mucho más. Ten cuidado una vez que estés en el océano —dijo, luego se dio la vuelta y se fue.