—Los árboles que rodeaban todo el bosque se derrumbaron en un instante, ¡algunos incluso arrancados de raíz por la explosión! —exclamó Chen Xixian.
—¡Se levantaron nubes de polvo y humo! —Chen Xixian no podía ver claramente lo que sucedía adentro.
—¿El Maestro Ren es realmente el dueño de la Espada Negra? —se preguntó a sí misma.
—¡Cómo lo hizo! —la asombro invadió su mente.
A medida que el polvo se asentaba, las palmas de Chen Xixian sudaban, ¡y ella notó otro Tigre de Fuego tumbado en el suelo, sangre brotando de su boca!
—¡Abatido por una sola espada! —murmuró impresionada.
Un silencio repentino cayó sobre la tierra.
Las miradas de Chen Xixian y Yi se fijaron en una figura, sus ojos se agrandaron al ver al Maestro Ren de pie orgulloso no muy lejos.
—¿Un niño en el Reino Nivel Tierra en realidad mató a dos Tigres de Fuego con una espada? ¡Qué broma! —dijo Chen con incredulidad.