En una neblina, el hombre corpulento fue tomado por sorpresa cuando un enorme martillo atravesó el aire hacia él.
¡Era su arma!
Con un fuerte —¡boom! el martillo golpeó directamente en su pecho, y sintió un poderoso impacto que lo mandó a volar.
¡Un enorme abolladura apareció en su pecho!
Si su cuerpo no hubiera sido tan resistente, habría muerto en el acto.
Sus ojos se abrieron de par en par en shock, y sin pensarlo, supo que había sido ese joven quien había lanzado el martillo.
Mientras volaba por el aire, rápidamente calculaba sus pérdidas.
Su mano estaba cortada, su cuerpo estaba herido, imposibilitándolo para realizar los sellos secretos de mano o agarrar un martillo. ¡Se sentía como un inválido!
Los discípulos presentes eran inútiles, todos sometidos por unos pocos movimientos de esta persona. Escapar de esta situación sería imposible a menos que su hermano discípulo mayor y el Líder de la Secta llegaran.
Ahora, nadie podía detener a este joven.